El Departamento de Estado de Estados Unidos reafirmó su alerta de nivel 4 —la más alta en su sistema de advertencias— recomendando firmemente no viajar a Venezuela. La advertencia se basa en riesgos severos como detención arbitraria, tortura, terrorismo, secuestro, criminalidad, disturbios civiles y una infraestructura sanitaria deficiente.
En un comunicado reciente, Washington instó a sus ciudadanos y residentes legales permanentes a abandonar Venezuela de inmediato. Recordó además que su embajada en Caracas permanece cerrada desde marzo de 2019, lo que impide ofrecer servicios consulares o asistencia de emergencia.
El documento alerta que ciudadanos estadounidenses han sido arrestados por largos periodos sin contacto con familiares ni abogados, sin garantías procesales mínimas. Casos documentados por organizaciones humanitarias revelan tratos crueles como golpizas, posiciones forzadas y simulacros de ahogamiento.
Estados Unidos sostiene que no existen condiciones de seguridad ni justicia que permitan la presencia diplomática en el país y reitera su llamado a evitar cualquier viaje a Venezuela bajo cualquier circunstancia.
