Una estampida que causó la muerte de al menos 15 personas empañó la jornada más auspiciosa del multitudinario festival de Kumbh Mela (en el norte de la India), cuyo éxito supone una cuestión de orgullo para el nacionalismo hindú.
La estampida tuvo lugar alrededor de las 02:00 de la mañana (20:30 GMT del martes) cuando millones de peregrinos se dirigían a bañarse en la confluencia de varios ríos sagrados en la localidad de Prayagraj, en el estado de Uttar Pradesh, un rito que, según las creencias, los purifica de sus pecados.
Según las autoridades indias, el detonante fue el intento de varias personas por cruzar una de las miles de barricadas ubicadas por la Policía para controlar la multitudinaria afluencia de peregrinos.
Al menos quince cuerpos sin vida fueron trasladados al hospital, según fuentes oficiales citadas por el medio Hindustan Times.
Pese a que el incidente ocurrió hace más de 12 horas, las autoridades indias no han ofrecido hasta el momento un balance de víctimas, pero sí han informado de varios heridos, algunos de ellos de gravedad.
En un mensaje en la red social X, el primer ministro Narendra Modi expresó sus condolencias «a los devotos que han perdido a sus seres queridos», al confirmar que hubo varios muertos por la estampida.
Escenas de caos
Supervivientes del incidente relataron a medios locales y en videos los momentos de caos que se vivieron: «Algunas personas que nos empujaron se reían mientras les suplicamos que fueran amables con los niños», dijo una mujer en una declaración recogida en video por la agencia india PTI.
De acuerdo con varios testimonios, hubo empujones entre la multitud que no tenía espacio para moverse o alejarse.
«Había muchas mujeres y niños que se habían quedado para bañarse aquí. De repente, llegó una multitud y la gente empezó a atropellarse. La policía no interfirió y dejó que ocurriera (…) madres, hermanas e hijos han muerto. ¿A qué vinieron y con qué se van?», dijo otro peregrino a las cámaras del canal local ABP.
Más de 50 millones de visitantes habían acudido al Kumbh Mela este miércoles, día de Mauni Amavasya, considerado el más auspicioso para sumergirse en las aguas sagradas.
Las autoridades indias calculan que a lo largo de las seis semanas de festival, que comenzó el 13 de enero y finalizará el 26 de febrero, pasarán por alli 450 millones de visitantes, lo que convertirá en la mayor reunión humana del planeta.
Hasta la fecha, 200 millones de personas se han bañado en las aguas sagradas, según cifras de la organización.
Una cuestión de orgullo
El mutismo del Gobierno sobre el incidente ha sido casi absoluto, sin proporcionar un balance oficial de víctimas en ningún momento, y el jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, llegó a instar a los devotos a «no hacer caso a los rumores» en las horas posteriores a la estampida, en referencia a los reportes que informaban de fallecidos.
Tanto Modi como Adityanath habían prometido una impecable organización para este colosal festival que se celebra cada doce años, en base a cálculos astronómicos.
Con una inversión cercana a los 1.000 millones de dólares, para erigir una inmensa ciudad temporal que acogiera a los peregrinos, el Gobierno regional confiaba en evitar incidentes como la fatídica estampida que tuvo lugar en 2013 en la estación de tren de Prayagraj (entonces conocida como Allahabad) y que costó 36 vidas.