La Unión Europea (UE) respondió este lunes a las críticas del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre el apoyo comunitario a Ucrania que ese país es “la víctima” ante la “agresión ilegítima” de Rusia y que le está apoyando en su derecho legítimo a defenderse.
“No es cierto que la UE y Estados Unidos estén ayudando a prolongar el conflicto (de Rusia contra Ucrania). La verdad es que Ucrania es víctima de una agresión ilegal en violación de la Carta de las Naciones Unidas”, indicó el portavoz de Exteriores comunitario Peter Stano durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea.
“La UE, EE.UU. y otros socios internacionales están ayudando a Ucrania a defenderse porque, si no, afrontaría su destrucción”, agregó.
El portavoz respondió así cuando le preguntaron por las últimas declaraciones del mandatario brasileño, que esta semana ha estado de visita en China y Emiratos Árabes Unidos, y que afirmó desde Pekín que Estados Unidos debe dejar de «incentivar» la guerra en Ucrania y «comenzar a hablar de paz».
Este domingo, desde Abu Dabi, insistió en esas críticas al señalar a EE.UU., así como a la Unión Europea, por estar «contribuyendo» para la continuidad de la guerra.
“Rusia es la única responsable de una agresión ilegítima y no provocada a Ucrania. No hay cuestión sobre quién es el agresor y quién la víctima”, destacó Stano, quien pidió ceñirse a los “hechos”.
El portavoz aseguró que Rusia está destruyendo infraestructura civil, secuestrando a niños ucranianos y robando propiedad ucraniana, mientras que la UE y Estados Unidos “están ayudando a Ucrania a ejercer su legítimo derecho a la autodefensa”.
Recordó además que Brasil también reconoce que Rusia viola la carta de las Naciones Unidas y que votó en ese sentido en la Asamblea General de la ONU “para condenar la agresión rusa y pedir que pare y que Rusia retire a sus soldados de todo el territorio ucraniano dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”.
Una noción recogida también en la declaración de los líderes del G20 (países más industrializados y emergentes) de noviembre pasado en Bali (Indonesia).