La Sala Constitucional de Costa Rica declaró con lugar un recurso de amparo interpuesto por un ciudadano en contra de una disposición del Ministerio de Salud de ocultar el etiquetado frontal de alimentos empacados donde se indica información nutricional y advertencias.
“La decisión de dicho Ministerio contraviene el derecho a la salud y el derecho de las personas consumidoras a contar con información clara y de fácil comprensión al adquirir alimentos que pueden tener un impacto relevante en su salud”, explicó este martes la Sala Constitucional en un comunicado.
Este tipo de etiquetado indica si los productos son altos en azúcares, grasas, sodio y otros nutrientes críticos, relacionados con enfermedades no transmisibles vinculadas a la alimentación, como hipertensión y diabetes.
En agosto de 2023 el Ministerio de Salud emitió una directriz para ocultar el etiquetado frontal de los alimentos empacados importados, pues argumentaba que la reglamentación nacional y regional centroamericana no establece parámetros para ese tipo de información.
“El etiquetado frontal que ingresa en los productos importados es información nutricional complementaria, que no contradice el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) en lo que respecta a facilitar al consumidor la comprensión de la información relacionada con el valor nutritivo del producto”, aseguró la Sala Constitucional.
El etiquetado frontal en Costa Rica solo aparece en productos importados desde países donde sí se exige.
“Para la Sala Constitucional es inaceptable que, con el argumento de la falta de uniformidad en el etiquetado de productos y las dudas sobre la forma de implementarlo, se optara por ocultarlo”, señala el tribunal.
Por su parte, la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) expresó en un comunicado que apoya la decisión del Ministerio de Salud de ocultar el etiquetado frontal y aseguró que hay “evidencia” de que en los países donde se aplica el etiquetado no han habido resultados positivos.
“La evidencia existente en países que han desarrollado este mismo enfoque dicta que este etiquetado no produce ningún tipo de efecto sobre los patrones de alimentación ni los estilos de vida que explican los problemas de malnutrición, por lo que la tendencia será hacia la radicalización y la generación de nuevas propuestas, aún más dañinas para una industria como la nuestra”, aseguró CACIA.
