El Kremlin señaló este martes 14 de marzo que Rusia no reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI) después de que un medio estadounidense informara de que el alto tribunal abrirá dos casos de crímenes de guerra contra el país vinculados a su invasión de Ucrania y tramitará órdenes de arresto contra varias personas.
«No reconocemos este tribunal, no reconocemos la jurisdicción de esta corte. Así es como tratamos este asunto», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El diario The New York Times publicó hoy que la CPI, con sede en La Haya, prevé efectuar acusaciones contra Rusia por secuestrar a niños ucranianos y atacar deliberadamente la infraestructura civil del país.
Se trata de los primeros cargos internacionales que se presenten desde el comienzo del conflicto, el 24 de febrero del pasado año, y se producen después de meses de trabajo por parte de equipos especiales de investigación de los crímenes de guerra, según el rotativo.
En las investigaciones se alega que Rusia secuestró a niños y adolescentes ucranianos y los envió a campos de reeducación rusos, y que atacó deliberadamente la infraestructura civil.
El fiscal jefe, Karim Khan, primero debe presentar sus cargos ante un panel de jueces de instrucción, que antes de emitir órdenes de arresto decidirá si se han cumplido los estándares legales o si los investigadores necesitan más pruebas.
El diario neoyorquino señala que no está claro a quién planea acusar el tribunal en cada caso.
Las pruebas
El Kremlin ha negado las acusaciones de crímenes de guerra, pero investigadores internacionales y ucranianos han reunido pruebas contundentes de una serie de atrocidades desde los primeros días de la invasión, recuerda el rotativo.
Pero, pese a que Ucrania ya ha iniciado acciones contra Rusia en la CPI, este tribunal con sede en La Haya sólo puede juzgar crímenes de agresión contra otro país si el Estado responsable es uno de los firmantes del tratado que impulsó su creación, entre los que no se cuenta Rusia.
La Haya sí puede juzgar crímenes de guerra y contra la humanidad que puedan haber cometido en Ucrania las fuerzas rusas, pero el tribunal no tiene competencias para enjuiciar la decisión de invadir ese país, lo que hace muy difícil sentar en el banquillo al presidente ruso, Vladímir Putin.