Las autoridades de Costa Rica reabrieron este lunes el ingreso para los turistas al parque nacional Volcán Poás, luego de unos días en los que hubo un incremento importante en la actividad de gases y ceniza.
El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) anunció la apertura del parque nacional ubicado en la provincia de Alajuela, unos 70 kilómetros al oeste de San José, tras el cierre establecido desde el pasado 2 de abril, y enfatizó en que se aplicarán protocolos de seguridad.
Las autoridades aplicarán medidas de seguridad como un aforo limitado de 56 personas en franjas horarias y con una permanencia por un máximo de 20 minutos en el sector de observación del cráter, donde los turistas deberán utilizar casco.
“Somos conscientes de los inconvenientes que provoca a los turistas nacionales y extranjeros el cierre del Parque Nacional Volcán Poás, pero debe privar primero la seguridad de los turistas y de nuestros personal, por ello se hizo necesario cerrar temporalmente y garantizar al turista un procedimiento que le permita hacer su visita segura”, dijo en un comunicado el ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach.
Las autoridades indicaron que los visitantes deberán atender la señalización en el sitio y que el personal que allí labora cuenta con la debida capacitación en caso de afectación o evento eruptivo, además que el lugar cuenta con refugios temporales en caso de erupción.
Desde finales de marzo pasado las autoridades intensificaron la vigilancia sobre el volcán debido al incremento de la actividad de gases y a la expulsión de ceniza, y la Comisión Nacional de Emergencias mantiene una alerta verde (preventiva) para las comunidades de los alrededores.
Los expertos explicaron que el viento, la poca lluvia y la escasa humedad han favorecido que las emisiones del volcán Poás salgan directamente a la atmósfera y sean desplazadas a comunidades de los alrededores.
La laguna natural del cráter, que en la actualidad está seca debido al verano, ocasionaba que los materiales quedaran contenidos dentro del mismo cráter sin afectar las visitas ni a las comunidades cercanas.
Los vecinos más cercanos al volcán han reportado caída leve de ceniza y fuerte olor a azufre.
La Comisión Nacional de Emergencias solicitó a la población cercana al volcán mantenerse informada y acatar los mensajes oficiales, evitar exponerse de forma innecesaria, cubrirse las vías respiratorias y ojos.
Entre 2017 y 2018 el Parque Nacional Volcán Poás estuvo cerrado por 16 meses debido a la constante actividad de gases y ceniza, lo que causó afectación económica a las comunidades cercanas que dependen del turismo.
El volcán Poás, cuyo cráter se ubica a 2.708 metros de altura, es uno de los más activos de Costa Rica, pues mantiene una salida constante de gases, lo que atrae cada año a miles de turistas.