La máxima instancia electoral también resolvió que en la boleta de votación en las elecciones para presidente, en la casilla de los partidos Realizando Metas y la bancada política Alianza, aparezca su compañero de fórmula José Raúl Mulino, como “candidato a presidente sin vicepresidente“, despejando así las dudas sobre el reemplazo de Martinelli.
El dirigente, que en una semana cumplirá 72 años, afirma que se trata de una persecución política. Martinelli había logrado salir absuelto en dos juicios por la supuesta interceptación ilegal de comunicaciones a 150 personas durante su mandato, en la causa conocida como ‘pinchazos’, pero no corrió con la misma suerte esta vez.
El Tribunal Electoral de Panamá había iniciado el lunes 4 de marzo la deliberación sobre la inhabilitación tras recibir una copia del fallo judicial del caso ‘New Business’, una compleja trama para comprar irregularmente con fondos públicos la Editorial Panamá América S.A. (Epasa), que lo condenó a 10 años y 6 meses, además de una multa de 19,2 millones de dólares por lavado de dinero.
Esa sentencia quedó en firme el pasado 2 de febrero tras serle rechazado el último recurso que buscaba anularla.
Días después, el 7 de febrero, Martinelli se asiló en la embajada de Nicaragua alegando que la condena en su contra era una persecución política para impedirle participar en las elecciones como candidato a la presidencia con su partido Realizando Metas.
La situación relacionada con Martinelli ha tensado las relaciones diplomáticas entre Panamá y Nicaragua.
Panamá le negó el salvoconducto para que viaje a Nicaragua y llamó la atención al Gobierno de Daniel Ortega por la forma en la que Martinelli busca incidir en la política panameña desde la sede diplomática nicaragüense.
Martinelli estuvo detenido preventivamente entre junio de 2018 y junio de 2019 en un chalet celda de El Renacer, una cárcel de mínima seguridad situada en las afueras de la capital, mientras afrontaba el juicio por la interceptación ilegal.
Su paso por El Renacer fue polémico: sufrió males físicos que lo llevaron al hospital y le suspendieron durante un mes las visitas por amenazar a los guardias.
Ante la queja de Martinelli, el Sistema Penitenciario tuvo que aclarar que se le trataba como a cualquier otro reo, ya que acudía a sus citas médicas, salía al patio de manera “regular” e iba a misa.
Los casos ante la Justicia que rodean a Martinelli
El pasado junio Martinelli fue proclamado candidato presidencial para las elecciones del próximo 5 de mayo al triunfar en las primarias del partido Realizando Metas, fundado por él en 2021 tras perder el control de su primer colectivo, Cambio Democrático (CD), con el que gobernó entre 2009 y 2014.
El CD se le fue de las manos mientras estuvo preso un año en Estados Unidos, que lo detuvo en 2017 con fines de extradición, algo que finalmente hizo en 2018 para que enfrentara en Panamá el primero de los dos juicios por las “escuchas”.
En julio de 2022 y siendo procesado por el escándalo de Odebrecht, presentó los papeles para ser candidato presidencial independiente, pero unos días después los retiró. Incluso pensó postularse a la Alcaldía de la capital.
Dos hijos del expresidente Martinelli pagaron ya cárcel por el caso Odebrecht en EE. UU., donde se declararon culpables de blanquear 28 millones de dólares y de haber llevado a cabo sobornos en favor de la compañía brasileña “por órdenes del padre”, como alegó la defensa.
El exmandatario también es investigado en España por presunta corrupción por sobornos que la constructora española FCC confesó haber pagado en Panamá, y por otro caso por supuesto espionaje a una mujer en Mallorca.
Martinelli, nacido en 1952 en Ciudad de Panamá, con progenitores de ascendencia italiana y española, es padre de tres hijos y se le considera un hombre de “insaciable apetito” por los negocios.
Llegó al poder a los 57 años con CD con el 60 % de los votos en las elecciones de mayo de 2009, tras fracasar en su primer intento en 2004, cuando solo obtuvo el 5,03 % de la votación.
Su obra emblemática fue la construcción de la Línea 1 del Metro, el único de Centroamérica.
Pese a la multitud de casos de corrupción que le rodean y de la cultura del despilfarro que se le atribuye, en su mandato Panamá se consolidó como la nación con el mayor crecimiento económico de la región.
Martinelli, licenciado en Administración de Empresas en la Universidad de Arkansas y máster en el INCAE Business School de Costa Rica, fue director de la Caja del Seguro Social durante el Gobierno de Ernesto Pérez Balladares, entre 1994 y 999, y ministro del Canal de Panamá en la Administración de la presidenta Mireya Moscoso, que gobernó entre 1999 y 2004.