La deportación de 250 venezolanos desde EEUU a El Salvador sigue levantando alarmas internacionales. Entre ellos figura Franco José Caraballo, cuyo paradero es desconocido tras ser trasladado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
ONU habla de posible desaparición forzada
Según reveló Univisión, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU inició una investigación y considera el caso como una posible desaparición forzada. La presidenta del grupo de trabajo, Gabriella Citroni, informó que ya se solicitó al gobierno de El Salvador que esclarezca la situación.
Deportado sin notificación ni proceso legal
Caraballo fue uno de los 230 venezolanos deportados el 15 de marzo en vuelos procedentes de Texas. Horas antes, llamó a su esposa sin saber que no sería enviado a Venezuela.
Su abogado, Martin Rosenow, denunció que el registro de su cliente desapareció del sistema de ICE justo cuando los vuelos aterrizaban en El Salvador. La expulsión cerró su proceso de asilo, como ocurrió con otros migrantes venezolanos.
Acusaciones sin juicio ni pruebas
Dos días después, el gobierno estadounidense presentó la planilla I-213, vinculando a Caraballo con el Tren de Aragua —una banda que el régimen de Maduro asegura haber desmantelado—, basándose solo en tatuajes visibles. No se abrió ningún proceso judicial.
Fue enviado a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, invocada por la administración Trump poco antes del traslado.
ONU califica la deportación de ilegal
El caso fue incluido en la sesión más reciente del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU, celebrada en Tailandia, donde también se abordaron otros 125 casos en diferentes países.
Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) calificó la deportación como “arbitraria e ilegal”, y denunció que se violó el debido proceso.