Una mujer de 39 años murió tras someterse a un ritual espiritista en el estado Yaracuy, Venezuela, donde el supuesto guía le roció gasolina en la cabeza para “sacarle un maleficio” relacionado con piojos y granos.
Durante la sesión, varias velas encendidas hicieron combustión con el líquido inflamable, provocando un incendio que la dejó con quemaduras graves en rostro, cuello, torso y piernas.
La víctima, Érika Fernández, agonizó durante días en dos hospitales hasta morir. El espiritista, de 61 años, fue arrestado y está siendo investigado por homicidio.