Miles de venezolanos salieron este jueves a las calles para apoyar a sus candidatos a las presidenciales del 28 de julio en el comienzo de la campaña, marcado por multitudinarias marchas en respaldo al mandatario Nicolás Maduro, quien busca un tercer sexenio en el poder, y al abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia.
A un día del 213 aniversario de la independencia de Venezuela, tanto chavistas como opositores se movilizaron en distintas zonas del país, especialmente en Caracas, donde se midieron también las llamadas “fuerzas motorizadas” de los bandos, en referencia a grandes grupos de conductores de motocicletas que se han sumado con sus vehículos a las actividades proselitistas.
Durante la marcha, simpatizantes del oficialismo aseguraron que el 28 de julio reafirmarán su compromiso con “el comandante eterno”, en referencia al fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013), votando por el “conductor de victorias”, en alusión a Maduro.
Por el contrario, opositores expresaron su deseo y esperanza de que haya “un cambio” político en el país -tras más de un cuarto de siglo bajo el chavismo- que traiga consigo una recuperación de los salarios y de la calidad de vida y el regreso de familiares que emigraron en los últimos años.
La contienda electoral
Si bien 10 candidatos se enfrentarán en los comicios, no todos llevaron a cabo este jueves actividades proselitistas.
El primero en abrir su campaña fue el exalcalde Daniel Ceballos, quien, escoltado por un centenar de motoristas que sonaban sus bocinas, recorrió varios kilómetros de la principal autopista de Caracas a bordo de un tractor, con un cartel que decía “Maduro es hambre”.
Este candidato, quien estuvo preso cuatro años y medio por “permitir” protestas antigubernamenateles en 2014, aseguró que Maduro, en el poder desde 2013, es el principal culpable de la crisis de servicios básicos que vive el país.
Por su parte, el jefe de Estado comenzó la campaña en el petrolero estado Zulia (noroeste, fronterizo con Colombia), donde habló de una “profecía” de pastores cristianos, según la cual el país ha entrado en un período de siete años de prosperidad, que acompañarán a quien gane los comicios.
Posteriormente, viajó a Caracas para encontrarse con sus seguidores que marcharon hasta una zona cercana al Palacio de Miraflores -sede del Gobierno-, donde aseguró que millones de personas se movilizaron “en 70 ciudades del país” en respaldo a su segunda reelección.
Las declaraciones de Maduro y las movilizaciones a su favor ocuparon la mayor parte de las transmisiones del canal estatal VTV, que, al término de las actividades chavistas, dedicó cerca de un minuto a la apertura de campaña de González Urrutia, candidato de la principal coalición opositora -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)-, sin mencionar su nombre ni emitir su imagen.
El aspirante del bloque antichavista encabezó, montado sobre un vehículo, una multitudinaria marcha hacia el este de Caracas junto con la líder de esta alianza, María Corina Machado, sobre quien pesa una inhabilitación -ratificada en enero por el Supremo- que le impidió presentar su candidatura, pese a haber ganado las primarias opositoras de octubre pasado.
Promesas y propuestas
En su primer mensaje de campaña, González Urrutia dijo que aspira a liderar una transición sin exclusión, y afirmó que un cambio político “necesitará estructuras y alianzas” que podrán reforzarse en 2025, cuando se prevén elecciones de un nuevo Parlamento -actualmente controlado por el chavismo-, así como de gobernadores y alcaldes.
Al final de la marcha, ya de noche, reiteró sus promesas de garantizar “salarios dignos” y liberar a “todos los presos políticos”.
Por su parte, Machado aseguró que el país tiene por delante los “24 días más difíciles y delicados” de su historia, por lo que cada paso debe darse “bien” y “responsablemente”.
Entretanto, Antonio Ecarri anunció, a través de un vídeo publicado en redes sociales, que su primera medida como gobernante sería clausurar el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), al que describió como un “símbolo de la corrupción”.
Según lo establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), la campaña presidencial finalizará el 25 de julio, tres días antes de los comicios.