Más de 3.000 personas permanecen en albergues recibiendo ayuda humanitaria debido a las inundaciones causadas por las lluvias que desde hace dos semanas afectan a Costa Rica, informó este sábado la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
La entidad indicó que este sábado hay abiertos 47 albergues donde se encuentran 3.057 personas, la mayoría en las provincias de Guanacaste y Puntarenas, ambas en el litoral Pacífico, que han sido las más afectadas por la influencia indirecta de ondas tropicales y las tormentas tropicales Rafael y Sara.
“Debemos seguir alerta ya que los suelos están muy saturados, lo que los vuelve muy propensos a deslizamientos e inundación. Es de suma importancia mantenernos vigilantes e informarnos por vías oficiales y acatar las órdenes del personal de emergencias”, declaró el presidente de la CNE, Alejandro Picado.
El pasado miércoles el Gobierno de Costa Rica decretó emergencia nacional con el fin de agilizar los procesos para atender la emergencia, la distribución de recursos económicos y humanos, las contrataciones para reconstrucción o habilitación de carreteras, entre otros temas.
Alerta activa
Este sábado se mantienen vigentes la alerta roja (máxima) para las provincias de Guanacaste y Puntarenas, ambas en el litoral pacífico, y naranja (alta) para el resto del país, con excepción de la provincia de Limón (Caribe) donde rige una alerta amarilla (intermedia).
La CNE informó que el patrón lluvioso se mantendrá este fin de semana debido a la influencia indirecta de la tormenta tropical Sara, que se encuentra en el norte de Centroamérica frente a la costa caribeña de Honduras.
Desde el martes un grupo de 300 rescatistas enviados por el Gobierno de El Salvador junto con cargamentos de ayuda humanitaria colaboran en la atención de la emergencia.
La llegada de estos rescatistas ha generado polémica en el Congreso de Costa Rica, ya que entre ellos vienen militares salvadoreños, cuyo ingreso, según bancadas de oposición, debió ser aprobado por el Legislativo de acuerdo a la Constitución Política.
El Congreso aprobó el jueves una moción en la que agradeció a El Salvador la ayuda, autorizó el ingreso de los militares salvadoreños y ha pedido al Gobierno explicaciones de por qué no solicitó el permiso legislativo.