Por el contrario, detonará nuevos puestos de trabajo cuyo principal activo es el desarrollo de experiencias basadas en el potencia creativo.
Le pregunté a Chat GPT cuáles eran las perspectivas de la inteligencia artificial para los años venideros y esto me respondió:
“Es difícil predecir con certeza cómo se desarrollará la inteligencia artificial en los próximos años. Sin embargo, se espera que la IA continúe avanzando en áreas como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural y la visión por computadora. También se espera que la IA sea utilizada en una variedad de campos, como la atención médica, la robótica y la automatización de la industria. Además, se espera que la IA desempeñe un papel importante en el desarrollo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial distribuida, la inteligencia artificial de borde y la inteligencia artificial en tiempo real. Sin embargo, también es importante considerar los desafíos éticos y de seguridad relacionados con el uso de la IA, y se espera que se siga trabajando en estos temas en el futuro.”
Por supuesto, la conversación se mantuvo durante varios minutos más. Y, aunque no deja de ser sorprendente la manera en la que la IA articula sus respuestas y la fluidez de sus argumentos, las respuestas son las que uno podría esperar; es decir, con pocos giros lingüísticos o asociaciones aleatorias o abstractas, como las que se dan en una conversación humana. Son precisas, pero no imaginativas.
Lo interesante que pueda ser una conversación depende no de la máquina, sino del interlocutor, las respuestas siempre estarán al nivel de la formulación de las preguntas. Y es ahí en donde empieza el atolladero creativo. ¿Qué sucede cuando miles de personas le preguntan a una IA que desarrolle contenido para sus redes sociales, solo por poner un ejemplo? Las respuestas serán precisas, pero exactamente iguales. Es decir, en algún momento, los robots empezarán a crear contenidos similares para todos los medios digitales porque se confunde su uso: son detonantes de la creatividad, no sustitutos de ella.
Por eso, cuando se plantea la bien justificada pregunta de si la inteligencia artificial sustituirá a los humanos en sus trabajos, la respuesta es no. La IA es una herramienta que puede ayudar a automatizar procesos, incluso si estos tienen que ver con la creatividad, como la generación de contenidos, pero no pueden sustituir a la creatividad misma. De seguir así, llegará un momento en que todos los contenidos sean exactamente iguales.
¿Hacia a dónde vamos?
La inteligencia artificial es una gran herramienta, sin duda, sin embargo, aun no puede sustituir a la creatividad humana como tal.
En ese sentido, puede detonar la aparición de nuevos puestos de trabajo que apenas se están vislumbrando. Por ejemplo, lo que hará falta en un futuro no muy lejano es un desarrollador de experiencias digitales; una persona capaz de entender de manera profunda la experiencia inherente a una marca, producto o servicio y utilizar herramientas de IA para construir una narrativa mucho más envolvente, personalizada y satisfactoria para los usuarios de medios digitales.
Con información de Forbes