“La oportunidad de garantizar un futuro habitable y sostenible para todos se agota rápidamente”, recalca el informe recién presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) este lunes 20 de marzo en Suiza.
El texto coincide con el plazo estipulado en el Acuerdo de París firmado en 2015, en el que los líderes mundiales pactaron esfuerzos para mantener el incremento de la temperatura media del planeta por debajo de los 2ºC, con respecto a los niveles preindustriales, y buscar que ese aumento tenga un límite de 1,5ºC.
El informe condensa los seis reportes formulados por el grupo de científicos y expertos desde el 2014. En todos los textos se remarca la confirmación “inequívoca” sobre la responsabilidad del ser humano para contrarrestar la emergencia climática.
Falta de compromiso del sector privado y de los ciudadanos, presupuestos insuficientes para la investigación y el poco interés político de los gobiernos, son algunas de las causas principales que el IPCC atribuye a la inacción para revertir la situación.
El cambio climático ha provocado un aumento sustancial en la intensidad de los desastres naturales, lo que resulta en daños irreversibles al ecosistema y fuertes afectaciones a la vida de poblaciones en riesgo.
El informe también subraya la desigualdad entre las poblaciones más afectadas por la crisis climática y las naciones con mayores emisiones de gases de efecto invernadero históricamente.
Una crisis desigual
“No estamos haciendo lo suficiente, y los pobres y vulnerables se están llevando la peor parte de nuestra inacción colectiva”, expresó Madeleine Diouf Sarr, jefa de la División de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (MEDD) de Senegal.
A través de gráficas y tablas ilustrativas, el reporte muestra cómo los impactos del cambio climático afectan de formas más intensas a las poblaciones que se encuentran en países con un menor desarrollo industrial.
Sequías históricas, intensas inundaciones y migraciones masivas por causas climáticas, son algunos factores que el informe señala como causantes de que las desigualdades sociales y económicas en el mundo se hayan acentuado.
El reporte del IPCC marca el 2035 como la nueva fecha límite que la humanidad tiene para bajar drásticamente las emisiones de CO2 a la atmósfera. El texto ha recibido reacciones diversas de líderes mundiales, que atienden al llamado hecho por los científicos.
“La bomba del tiempo climática está corriendo”
El IPCC es un órgano de Naciones Unidas encargado de reunir expertos en el cambio climático para analizar los efectos y las posibles soluciones a la crisis. La presentación del informe estuvo encabezada por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Guterres describió al informe como “una guía de supervivencia para la humanidad”. Además, hizo un llamado de urgencia a la acción rápida de la comunidad internacional. “La bomba del tiempo climática está corriendo”, alertó.
Un llamado a la acción a nivel global
Además del secretario general de la ONU, otros líderes de organismos, como la Comisión Europea (CE), reaccionaron al informe. Frans Timmermans, vicepresidente de la CE para el Pacto Verde, también resaltó la importancia del reporte a través de una publicación en Twitter.
“La ciencia es clara: cuanto más esperemos para reducir drásticamente las emisiones, mayores serán los riesgos y los daños. Esto es vital. Debemos que acelerar”, sentenció Timmermans en su red social.
Activistas ambientales también reaccionaron a la publicación. La Red de Acción Climática, una organización no gubernamental que trabaja contra el cambio climático, llamó a los gobiernos del mundo para que siguieran las recomendaciones del informe.
“Los gobiernos no tienen excusa para ignorar la advertencia enfática sobre esta década crítica. Deben actuar rápido para rechazar los combustibles fósiles”, mencionó la organización en un comunicado.
El reporte del IPCC, además de ser descriptivo frente a la situación climática actual, también abre la posibilidad a un futuro alejado de la crisis climática. Esto es lograble solo si el mundo reacciona de manera favorable a la evidencia científica sobre la emergencia climática.
Si el mundo actúa, un futuro mejor es “altamente probable”
La publicación expone en sus conclusiones que, en este momento, la tragedia climática es todavía evitable. Sin embargo, condiciona este escenario a un rápido cambio de rumbo en las dinámicas modernas de producción y consumo.
Los científicos hacen hincapié en la necesidad de reducir los costos de las energías renovables —como la solar y la eólica—, para facilitar la reducción en el uso de combustibles fósiles, responsables de la mayor parte de emisiones de gases de efecto invernadero.
También hizo un llamado a la ciudadanía a cambiar sus hábitos de consumo. “Los desplazamientos a pie o en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, la salud y las oportunidades de empleo y aportan equidad”, expone el reporte.
El cambio climático es una problemática que afecta hoy a miles de millones de personas en el mundo. Solo este mes, el ciclón Freddy dejó un saldo de más de 500 fallecidos en Malawi, Madagascar y Mozambique. La presencia cada vez más frecuente de este tipo de fenómenos está vinculada al cambio climático.
La histórica sequía en Somalia mató a más de 40.000 personas en 2022 y Pakistán aún no se recupera de las intensas inundaciones que azotaron el país el mismo año, y que dejaron más de 1.700 víctimas mortales.
El mundo tiene esperanza de evitar una catástrofe climática a gran escala, pero la acción debe ser inmediata.
Con información de France 24