Rodeada de un equipo de seguridad y del staff de un documental, Kim Kardashian llegó este martes al Palacio de Justicia de París para declarar en el juicio por el traumático robo que sufrió en octubre de 2016.
Vestida completamente de negro, con gafas oscuras y un llamativo collar de diamantes, la empresaria y estrella de la televisión fue acompañada por su madre mientras subía las escalinatas del histórico edificio situado en la Île de la Cité, muy cerca de Notre Dame.
Su testimonio ha generado una gran expectación mediática en Francia, ya que se trata de un caso emblemático tanto por la magnitud del robo como por la notoriedad de la víctima. Kardashian se encuentra en la capital francesa por primera vez desde el asalto ocurrido hace nueve años durante su participación en la Semana de la Moda.
En el atraco, ejecutado por un grupo de criminales apodados los “yayoladrones” por su avanzada edad, Kim fue atada, amordazada y amenazada a punta de pistola. Los delincuentes se llevaron un botín estimado en más de 10 millones de dólares en joyas, muchas de ellas prestadas por marcas de lujo. Entre las piezas robadas estaba su emblemático anillo de compromiso, con el que Kanye West le había pedido matrimonio y que jamás fue recuperado.
Durante su emotiva declaración ante el Tribunal de lo Criminal, Kardashian rompió en llanto y confesó:
«Cuando vine para la Semana de la Moda, eso lo cambió todo».
También agradeció a las autoridades francesas por permitirle contar su versión y revivir, en palabras propias, “una experiencia que la marcó para siempre”.
Tras su intervención en el tribunal, la influencer tiene previsto ofrecer una declaración a la prensa, cerrando así un capítulo personal y mediático que ha captado la atención del mundo entero.
Kim Kardashian perdona al ladrón que la traumatizó en París
Kim Kardashian declaró sentirse conmovida por una carta que Aomar Ait Khedache, uno de los principales acusados, le escribió en prisión pidiéndole perdón, pero subrayó que nada borra el impacto que tuvo aquel asalto.
“Creo en la rehabilitación, pero también en la justicia”, dijo Kardashian entre lágrimas. Otro de los acusados, Yunice Abbas, también admitió su participación, aunque niega el secuestro, pese a haber escrito un libro titulado Yo secuestré a Kim Kardashian.