Una joven afgana murió tras prenderse fuego, en lo que se denuncia como un acto desesperado luego de haber sido obligada a casarse con un miembro talibán. El hecho ocurrió en la provincia central de Ghor, una de las más conservadoras del país, y ha generado conmoción entre la población y organizaciones defensoras de los derechos humanos. La joven, de nombre Abida, de 20 años fue presionada por su familia a contraer matrimonio con un combatiente del régimen, en un contexto en el que aumentan los casos de matrimonios forzados.
Activistas locales y ONG han denunciado que la opresión de las mujeres bajo el gobierno talibán ha alcanzado niveles alarmantes, con severas restricciones a su libertad personal, educación y participación social. Aseguran que esta tragedia no es un caso aislado, sino parte de una tendencia que ha empeorado desde la vuelta al poder de los talibanes en 2021.
El caso ha impulsado nuevas exigencias de la comunidad internacional para que se garantice la protección de los derechos fundamentales de las mujeres afganas. Organizaciones humanitarias han solicitado una investigación transparente y castigo para los responsables de imponer este matrimonio forzado, mientras crecen las voces que piden mayor presión diplomática contra el régimen.
