El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizó este viernes una serie de redadas masivas en zonas hispanas de Los Ángeles, que dejaron al menos 45 migrantes arrestados, según confirmó la organización CHIRLA. Las operaciones contaron con agentes armados, vehículos blindados y apoyo del FBI y la DEA, generando caos y enfrentamientos con activistas que intentaban bloquear los arrestos.
Dos de los mayores operativos ocurrieron en el Distrito de la Moda, donde al menos dos docenas de trabajadores fueron detenidos. También se reportaron arrestos cerca de escuelas y locales comerciales, incluyendo tiendas de materiales de construcción y panaderías. Algunos padres denunciaron que agentes migratorios rondaban centros educativos.
Organizaciones defensoras calificaron las redadas como un ataque armado y terrorista contra la comunidad inmigrante, mientras que la alcaldesa Karen Bass expresó estar “profundamente indignada” y advirtió que estas tácticas “siembran el terror”. No obstante, testigos reportaron presencia del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en al menos una de las escenas, pese a las leyes estatales que prohíben su colaboración con ICE.
Según fuentes internas, la administración Trump busca al menos 3.000 arrestos diarios y ha intensificado sus operativos. Una manifestación fue convocada para esta noche frente al centro de detención migratoria en el centro de Los Ángeles.