Human Rights Watch (HRW) denunció que unos 200 migrantes de terceros países —incluidos 81 niños— fueron expulsados injustamente desde Estados Unidos a Costa Rica en febrero, sin poder ejercer su derecho a solicitar asilo. La organización pidió que Washington los reciba nuevamente y tramite sus solicitudes como lo establece la ley internacional.
“Ellos dicen que pidieron asilo, pero no les dejaron hacerlo”, explicó Michael Garcia Bochenek, autor del informe titulado “La estrategia es doblegarnos”, tras entrevistar a varias de estas personas.
Los migrantes provienen de países como Afganistán, India, Irán, China, Rusia, Turquía, entre otros. Según HRW, algunos fueron retenidos por semanas en “condiciones abusivas” y separados de sus familias. En uno de los testimonios más sensibles, una madre contó que su hijo de 12 años pasó días sin gafas a pesar de tener problemas visuales.
HRW también criticó a Costa Rica por aceptar los traslados sin garantizar primero los derechos de estas personas. Aunque las autoridades ticas empezaron a devolverles sus pasaportes en abril, sólo les ofrecieron una estadía de 90 días para solicitar asilo o abandonar el país.
La ONG instó a ambos gobiernos a permitir que estas familias “busquen asilo donde se sientan seguras”, con acceso a permisos de trabajo, vivienda y clases de idioma.
