Último adiós a uno de los críticos del Kremlin más prominentes de los últimos años.
Familiares y partidarios de Alexéi Navalny, que murió el pasado 16 de febrero, en una lejana prisión del círculo Ártico, se congregaron para espeir al líder de la oposición, este viernes 1 de marzo, en un funeral en el sureste de Moscú.
Personas que llevaban flores llegaron temprano para intentar entrar en la iglesia, un imponente edificio con cúpula blanca en un suburbio del sureste de Moscú; mientras la morgue donde se encontraba su cuerpo comenzaba el proceso de entrega a sus familiares.
Los dolientes hicieron fila de manera ordenada al tiempo que esperaban a que comenzara el servicio religioso.
Estamos todos unidos, nadie tiene miedo
Después de la ceremonia en el templo, su cuerpo fue trasladado al cementerio Borisovskoye, de la capital rusa.
“Estamos todos unidos, nadie tiene miedo (…) Estoy aquí para apoyar a su familia y demostrar que no están solos”, señaló un hombre, que prefirió no dar su nombre para evitar algún tipo de represalia, al periódico independiente ‘Novaya Gazeta’.

El sepelio de Navalny tiene lugar después de una batalla con las autoridades por la entrega de su cuerpo tras su muerte aún inexplicable. Según la versión de Moscú, el hombre –que durante años denunció una aguda corrupción en el Gobierno de Putin, que ha dirigido el país por más de 20 años– murió tras sentirse mal y perder el conocimiento después de una caminata en el centro en el que estaba recluido.
Sin embargo, las evasivas para entregar el cadáver a la familia aumentaron las sospechas de una muerte provocada. La madre de Navalny, incluso, señaló que recibió chantajes para aceptar un funeral secreto o de lo contrario su hijo sería enterrado en la cárcel donde perdió la vida.
Tensiones antes del funeral
Este viernes, el fuerte despliegue policial, tanto en las inmediaciones de la iglesia ortodoxa del distrito Marino de Moscú, como en el cementerio de Borissovskoia, a donde fue trasladado, aumentaron los temores de represión hacia los asistentes. Sin embargo, no se han reportao arrestos en el marco de este funeral.
La esposa de Navalny, Yulia Navalnaya, advirtió-el pasado 28 de febrero, ante la Eurocámara- que temía detenciones en el funeral de su marido, dados los arrestos de los últimos días a personas que se acercaban a entregar ofrendas florales para el opositor.
Último adiós a uno de los críticos del Kremlin más prominentes de los últimos años.
Familiares y partidarios de Alexéi Navalny, que murió el pasado 16 de febrero, en una lejana prisión del círculo Ártico, se congregaron para espeir al líder de la oposición, este viernes 1 de marzo, en un funeral en el sureste de Moscú.
Personas que llevaban flores llegaron temprano para intentar entrar en la iglesia, un imponente edificio con cúpula blanca en un suburbio del sureste de Moscú; mientras la morgue donde se encontraba su cuerpo comenzaba el proceso de entrega a sus familiares.
Los dolientes hicieron fila de manera ordenada al tiempo que esperaban a que comenzara el servicio religioso.
Estamos todos unidos, nadie tiene miedo
Después de la ceremonia en el templo, su cuerpo fue trasladado al cementerio Borisovskoye, de la capital rusa.
“Estamos todos unidos, nadie tiene miedo (…) Estoy aquí para apoyar a su familia y demostrar que no están solos”, señaló un hombre, que prefirió no dar su nombre para evitar algún tipo de represalia, al periódico independiente ‘Novaya Gazeta’.

El sepelio de Navalny tiene lugar después de una batalla con las autoridades por la entrega de su cuerpo tras su muerte aún inexplicable. Según la versión de Moscú, el hombre –que durante años denunció una aguda corrupción en el Gobierno de Putin, que ha dirigido el país por más de 20 años– murió tras sentirse mal y perder el conocimiento después de una caminata en el centro en el que estaba recluido.
Sin embargo, las evasivas para entregar el cadáver a la familia aumentaron las sospechas de una muerte provocada. La madre de Navalny, incluso, señaló que recibió chantajes para aceptar un funeral secreto o de lo contrario su hijo sería enterrado en la cárcel donde perdió la vida.
Tensiones antes del funeral
Este viernes, el fuerte despliegue policial, tanto en las inmediaciones de la iglesia ortodoxa del distrito Marino de Moscú, como en el cementerio de Borissovskoia, a donde fue trasladado, aumentaron los temores de represión hacia los asistentes. Sin embargo, no se han reportao arrestos en el marco de este funeral.
La esposa de Navalny, Yulia Navalnaya, advirtió-el pasado 28 de febrero, ante la Eurocámara- que temía detenciones en el funeral de su marido, dados los arrestos de los últimos días a personas que se acercaban a entregar ofrendas florales para el opositor.