Una técnica que identifica con gran precisión el desarrollo de depósitos anormales de proteína vinculada con la enfermedad de Parkinson podría ayudar en su detección temprana y desempeñar un papel crucial en el diagnóstico de la condición, según un estudio divulgado este miércoles por The Lancet Neurology.
Los hallazgos de esta investigación de expertos estadounidenses confirman que la técnica conocida como Syn-SAA puede detectar de manera precisa personas que padecen la enfermedad neurodegenerativa, así como a individuos que corren riesgo de padecerla y otros con síntomas tempranos, no motores, anteriores al diagnóstico.
El coautor del estudio, Andrew Siderowf, del Colegio de Medicina de la universidad de Pensilvania (Estados Unidos) considera que «reconocer la heterogeneidad en la patología subyacente entre pacientes con la enfermedad de Parkinson ha sido un gran desafío».
Siderowf señala que «identificar un biomarcador efectivo para la patología del párkinson podría tener implicaciones profundas para la manera en que tratamos la condición, potencialmente haciendo que sea posible diagnosticar antes, identificar los mejores tratamientos y acelerar los ensayos clínicos».
Estos hallazgos sugieren, según el experto, que la Syn-SAA es «altamente precisa» a la hora de detectar el biomarcador de la enfermedad de Parkinson sin tener en cuenta las características clínicas «haciendo posible diagnosticar de manera precisa la enfermedad en etapas tempranas».
Para llegar a sus resultados, los autores de la investigación evaluaron la utilidad de la Syn-SAA para la identificación de la heterogeneidad subyacente en personas con esta condición.
También valoraron su habilidad para detectar signos tempranos de la enfermedad en un estudio con 1.123 participantes, algunos con un diagnóstico por párkinson y otros portadores de variantes del gen HGBA y LRRK2 vinculados.
Los científicos tomaron muestras del fluido cerebroespinal que rodea el cerebro y la espina dorsal y los analizaron mediante la Syn-SAA.
Vieron que la citada técnica puede identificar personas con la enfermedad de Parkinson con gran precisión, con resultados positivos en el 88 % de los participantes con un diagnóstico.
También destacaron que el rasgo clínico que predecía un resultado positivo con mayor rotundidad era la pérdida de olfato.