Organizaciones pro derechos humanos en Nicaragua catalogaron esta semana como “desaparición forzada” la condición en la que se encuentra el obispo Rolando Álvarez, crítico al gobierno del presidente Daniel Ortega, quien fue condenado por la justicia de ese país por los delitos de “traición a la patria”; menoscabo a la integridad nacional y “propagación de noticias falsas”.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) subrayó en un video publicado en las redes sociales que Álvarez cumplió esta semana más de 40 días desde la última vez en que se supo de él por las palabras del propio presidente Daniel Ortega, quien señaló que monseñor fue recluido en una celda en Managua tras rehusarse a ser enviado a Estados Unidos, a como ocurrió con otros 222 presos políticos acogidos por EEUU.
“Se desconoce por completo su situación de salud física y psicológica, es desaparición forzada”, indicó el Cenidh.
La organización opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, nacida tras la crisis de 2018 en Nicaragua, también exigió el paradero del obispo Álvarez. “¡Exigimos una prueba de vida de monseñor Álvarez! En Nicaragua monseñor ha sido secuestrado injustamente por alzar su voz ante tanta maldad y a la fecha no se sabe de su paradero”, indicó la organización en Twitter.
El caso del obispo ha sido mencionado por la comunidad internacional que reclama a Ortega la liberación del religioso.