Según un informe de The International Disasters Database (EM-DAT), el año pasado hubo 387 desastres naturales en todo el mundo que causaron 30.704 muertes y afectaron a 185 millones de personas. Además, las pérdidas económicas fueron de aproximadamente 223.800 millones de dólares. Según el estudio, el total de catástrofes en 2022 es ligeramente superior a la media de 2002 a 2021 (370).
La mayoría de las muertes sucedieron en Europa (53,5%): el exceso de mortalidad relacionado con las olas de calor en esta región, con aproximadamente 16.305 muertes, representó más de la mitad del total de víctimas mortales mundiales en 2022. Ese año se produjeron al menos cinco olas de calor, con temperaturas estivales que alcanzaron los 47 °C. El impacto de las olas de calor en las personas mayores es cada vez más frecuente y se ve reflejado en las cifras analizadas por el organismo.
La EM-DAT es una base de datos mantenida por el Centro de Investigación sobre Epidemiología de las Catástrofes (CRED, por sus siglas en inglés) y contiene información sobre más de 25.000 catástrofes naturales y tecnológicas desde 1900. El CRED define una catástrofe como “un acontecimiento imprevisto y a menudo repentino que causa grandes daños, destrucción y sufrimiento humano; una situación o acontecimiento que desborda la capacidad local y hace necesaria una nacional o internacional de ayuda exterior”.