Una orden judicial federal obliga al gobierno de Estados Unidos a repatriar de inmediato a Daniel Lozano Camargo, un joven venezolano deportado por error a El Salvador, pese a tener una solicitud de asilo activa y estar protegido por un fallo judicial vigente.
Su expulsión en marzo de 2025 fue ejecutada bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, sin juicio ni derecho a apelación, y derivó en su encierro en el CECOT, la prisión de máxima seguridad construida por el presidente salvadoreño Nayib Bukele para presuntos terroristas.
Ahora, Washington está negociando directamente con Bukele para conseguir su liberación. Las gestiones están lideradas por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien mantiene conexiones personales con altos funcionarios salvadoreños, según documentos oficiales citados por Telemundo.
Pese a que una jueza federal ordenó hace más de un mes su regreso, el joven sigue encerrado en condiciones extremas. Su familia denuncia un proceso plagado de irregularidades, prejuicios y arbitrariedades, en el que se lo vincula injustamente con el crimen organizado por una falta menor relacionada con drogas.
Daniel Lozano llegó a EE.UU. en 2022 siendo menor de edad. Estaba asentado en Houston, donde fundó un pequeño negocio, cuando fue incluido en un operativo masivo y deportado sin revisión legal de su estatus.
Activistas de derechos humanos califican su caso como uno de los más graves abusos del sistema migratorio reciente. Denuncian que la justicia ha sido ignorada y que Lozano permanece como rehén político entre dos gobiernos.