El Gobierno de Estados Unidos reiteró que respalda la iniciativa del presidente de Colombia, Gustavo Petro, para organizar un foro político sobre Venezuela, pero advirtió que las conversaciones iniciadas en México entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición siguen siendo “la mejor” opción “para avanzar en las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano”.
“Los venezolanos se merecen tener las mismas oportunidades que los colombianos y que otros pueblos de la región de elegir de manera democrática a sus líderes”, afirmó un portavoz del Departamento de Estado de EEUU.
La “conferencia internacional” a la que aspira Petro, que recientemente viajó a Caracas para reunirse con Maduro, plantea sentar las bases de una “hoja de ruta” para un “diálogo político efectivo” entre las partes. A este foro están invitados representantes del chavismo, así como de otros gobiernos internacionales, incluido el estadounidense.
El portavoz diplomático no aclaró la presencia de la Administración de Joe Biden en dicha conferencia, pero sí respaldó que Petro quiera “invitar a países para apoyar que haya unas elecciones libres y justas en Venezuela el próximo año”.
Respecto a los contactos mantenidos por Washington, que teóricamente no reconoce a Maduro como gobernante legítimo de Venezuela, el Gobierno de Biden se limitó a apuntar que mantiene conversaciones de manera regular con sus “socios” con vistas a promover “la vuelta de la democracia” al país sudamericano.
El chavismo y la oposición retomaron en noviembre sus contactos en México, con unos primeros acuerdos preliminares que sin embargo no han logrado solventar la desconfianza mutua, lo que ha derivado en que este nuevo proceso permanezca estancado.
La pugna
En meses pasados, Maduro condicionó el regreso al diálogo a la liberación de esos fondos, así como a que se eliminen las sanciones que EEUU impuso a la petrolera estatal PDVSA y que le impiden vender el petróleo venezolano en el extranjero.
Por su parte, EEUU le pide a Maduro gestos que muestren disposición política para redirigir al país a la democracia. Entre esos gestos estarían la liberación de los presos políticos y el levantamiento de las inhabilitaciones para ejercer cargos públicos a figuras de la oposición. Pero Maduro insiste en que el gobierno de EEUU no tiene intención real de liberar esos fondos.
En la agenda de la mesa de negociación aún faltan temas tan importantes como las garantías y condiciones para que las próximas elecciones presidenciales en Venezuela, que se deben celebrar en 2024, sean libres, transparentes y verdaderamente democráticas.
Por su parte, el dirigente opositor Juan Guaidó respondió al plan de Petro enfatizando que “ya existe un proceso” en marcha, el de México, y con una “clara” hoja de ruta: “elecciones libres en 2024”. “Lo que sí falta es voluntad política por Maduro de ir mas allá de la retórica a medidas concretas que permitan avances”, lamentó en Twitter.