Golpe migratorio sin precedentes. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EEUU anuló de forma definitiva el parole humanitario y los permisos de trabajo otorgados a más de 530.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
La decisión llega tras la victoria legal del presidente Donald Trump en la Corte Suprema el pasado 30 de mayo, que avaló su política migratoria y puso fin a este mecanismo creado durante el mandato de Joe Biden.
Deben salir del país
Según el comunicado oficial, quienes no hayan ajustado su estatus deben abandonar EEUU, o quedarán sujetos a deportación inmediata. El DHS calificó la medida como un paso para “restaurar políticas sensatas” y proteger la seguridad nacional.
La subsecretaria Tricia McLaughlin acusó al gobierno anterior de permitir el ingreso de personas mal verificadas, incluso señalando casos de fraude que fueron ignorados por presiones políticas.
ICE intensificará redadas
Los afectados podrían ser detenidos en centros de trabajo, escuelas o incluso en tribunales migratorios, ante el refuerzo de operativos del ICE. Como alternativa, el gobierno promueve la “auto-deportación” vía la app CBP Home, con boleto pagado y un cheque de $1.000 para quienes se retiren voluntariamente.
¿Qué pasa con los que ya están?
Desde su inicio en 2022 para venezolanos (y ampliado en 2023), el parole permitió la entrada legal de 531.690 migrantes:
- Cubanos: 110.240
- Haitianos: 211.040
- Nicaragüenses: 93.070
- Venezolanos: 117.330
Miles de ellos, especialmente cubanos, buscaron acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, pero unos 26.000 no cumplen aún el requisito de un año y un día de estancia para pedir la residencia.
Ahora, todos ellos quedan en limbo legal.