Un estudio realizado por científicos australianos apunta a una nueva técnica para reducir la propagación de enfermedades que transmiten los mosquitos, como el dengue, que esperan frenar infectando el esperma de los machos para que mate a las hembras poco después del apareamiento.
Investigadores de la Universidad de Macquarie, en Sídney, modificaron genéticamente la mosca de la fruta para producir esperma venenoso, una técnica que reduce a la mitad la esperanza de vida de las hembras y que prevén replicar en la especies de mosquitos que transmiten males, según reseña este miércoles el medio público australiano ABC.
La idea, explica el artículo, es envenenar a las hembras, pues solo ellas ingieren sangre humana cuando pican, por lo que son transmisoras de males como el dengue, zika y el chikunguña, que cada año padecen millones de personas.
Con esta técnica del «macho tóxico», los científicos esperan reducir la población de hembras y acelerar los tiempos de letalidad desde que son infectadas con el semen envenenado, una tarea que apenas está en sus primeros pasos y que requiere un camino «muy largo», según advirtió el investigador principal de este proyecto, Sam Beach.
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