Ante las expectativas sobre un posible aumento salarial este primero de mayo, el economista senior de Ecoanalítica, Luis Bárcenas, explicó que la administración de Nicolás Maduro enfrenta, en estos momentos, una falta de recursos debido a la caída de la producción petrolera que incide en menores reservas internacionales y al proceso inflacionario, que, a su juicio, mitiga la posibilidad de aumento salarial.
En este sentido, considera que el escenario más probable para este primero de mayo es que se fije un salario mínimo bajo, e incluso inferior al que se estableció el año pasado, a través de un esquema de ajuste progresivo.
“Cualquier aumento salarial en bolívares que realice el Gobierno va a generar presiones inflacionarias. Si se fija el salario mínimo en 30 dólares mensuales, considerando una masa de empleados públicos y de pensionados cercana a los 10 millones de personas, el Gobierno inyectaría cada mes 300 millones en bolívares, y en dos meses duplicaría la cantidad de bolívares que hay en la economía”, aseguró Bárcenas.
El economista señaló que, con un salario mínimo bajo y un esquema de bonificaciones alto el Gobierno, estaría tratando de responder a la solicitud de todos los trabajadores sin atentar con su objetivo antinflacionario, ni afectar su capacidad de pago en el futuro, reseña Banca y Negocios, un medio digital especializados en economía.
“Si se establece un esquema de bonificaciones alto que no se pague todos los meses, el Gobierno está apuntando a no generar tanto flujo de bolívares, y a no tener un pasivo laboral tan alto (…) si llenas la estructura de salario de sector público de bonificaciones, los pasivos laborales del Gobierno tenderán a reducirse”, apuntó.
Sobre las proyecciones hechas por el Fondo Monetario Internacional, en las cuales se estima un crecimiento del PIB de 5% para Venezuela a final del año 2023, para Ecoanalítica, este crecimiento será de 2,5% con una inflación de 300%.