La justicia dominicana ordenó este jueves el arresto de Antonio Espaillat, poderoso empresario y cabeza de la familia dueña de la discoteca Jet Set, que colapsó hace dos meses dejando más de 200 muertos durante un concierto del merenguero Rubby Pérez, quien también falleció en el lugar.
La noticia fue confirmada por su abogado, Miguel Valerio, a la agencia AFP mediante un mensaje de texto. No ofreció detalles sobre los cargos imputados.
Espaillat, de 59 años, dirige un conglomerado de medios, un restaurante de lujo y la discoteca siniestrada, cuyo desplome ocurrió la madrugada del 8 de abril mientras se celebraba un concierto con cientos de asistentes.
Comparecencia sin escapatoria
El empresario acudió a una citación de la Procuraduría General de la República (PGR), acompañado por su hermana y su abogado.
“La familia Espaillat fue clara en que está abierta a cooperar con la investigación”, declaró Valerio a la prensa.