Al menos 6 venezolanos, de más de 200 expulsados desde EE.UU. y encarcelados en El Salvador, no tienen vínculos con el Tren de Aragua, denunció este martes un grupo de abogados y familiares.
El abogado Walter Márquez, presidente de la Fundación El Amparo, pidió al presidente Nayib Bukele revisar los casos:
“No hay pruebas contra ellos, solo tatuajes. Y tatuarse no es delito”, afirmó.
Los defensores aseguran que los venezolanos, como el estilista Andry Hernández, “huyen de la dictadura y no son pandilleros”. También denunciaron falta de información médica y legal sobre los detenidos, entre ellos un joven que fue deportado tras perder un pulmón.
Advirtieron que si no se respeta el debido proceso, acudirán a instancias internacionales.
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, Bukele aceptó a los deportados, recluyéndolos en cárceles de máxima seguridad, pese a que no hay pruebas ni acusaciones formales. El Gobierno salvadoreño no ha dado explicaciones sobre la legalidad de estas detenciones.