El papa Francisco deseó este sábado (02.09.2023) que puedan pasar “las nubes oscuras de la guerra” gracias “al encuentro y al diálogo”, en el primer discurso de su viaje a Mongolia y en el que puso como el ejemplo el periodo conocido como “pax mongola”, la ausencia de conflictos entre los pueblos que fueron conquistados por el Imperio mongol durante los siglos XIII y XIV.
Tras reunirse con el presidente del país, Ukhnaagiin Khürelsükh, Francisco destacó el papel de la pacífica Mongolia con “una amplia red de relaciones diplomáticas, su activa adhesión a las Naciones Unidas, su compromiso por los derechos humanos y por la paz, desempeña un papel significativo en el corazón del gran continente asiático y en el escenario internacional”.
“Esto es un ejemplo que se debe tomar en cuenta y reproducir en nuestros días”, agregó.
Y entonces deseó que, “sobre la tierra, devastada por tantos conflictos, se recreen también hoy, en el respeto de las leyes internacionales, las condiciones de aquello que en un tiempo fue la pax mongola, es decir, la ausencia de conflictos”.
“Que pasen las nubes oscuras de la guerra, que se disipen por la firme voluntad de una fraternidad universal en la que las tensiones se resuelvan sobre la base del encuentro y del diálogo, y que a todos se les garanticen los derechos fundamentales. Aquí, en vuestro país, rico de historia y de cielo, imploremos este don de lo alto y pongámonos manos a la obra para construir juntos un futuro de paz”, dijo el papa.
Un país sin armas nucleares
Por otra parte, elogió la determinación del país “a detener la proliferación nuclear y a presentarse al mundo como un país sin armas nucleares”
“Mongolia no es sólo una nación democrática que lleva adelante una política exterior pacífica, sino que se propone realizar un papel importante para la paz mundial”, subrayó el papa, quien también destacó que la pena capital desapareció del ordenamiento judicial.