En medio de la contaminación sin precedentes que sufre el Lago de Maracaibo, los más afectados son los humildes pescadores que cada día tienen menos ingresos para mantener a sus familias.
Un reporte en imagenes de AP News mostró los niveles de verdín que tiene el hermoso lago que fue el corazón de la industria petrolera venezolana. A pocos días desde que el Gobierno anunció un plan para rescatarlo.
«Año tras año, la imagen de aguas cristalinas se va quedando en el olvido de los pobladores del estado Zulia, a unos 600 kilómetros al occidente de la capital Caracas. Los visitantes llegaban a pensar que estaban ante el cercano mar Caribe», suscribe el texto. «Aquel nítido espejo ahora devuelve un reflejo turbio tras décadas de intensiva explotación petrolera en su lecho, así como por el inadecuado mantenimiento y falta de inversión en una infraestructura obsoleta con decenas de miles de kilómetros de tuberías. Las fugas de crudo y las fallas son frecuentes».
Al Maracaibo llegan las aguas pluviales de más de un centenar afluentes y los flujos residuales de los estados de Zulia, Mérida y Trujillo —donde viven unos 5,3 millones de personas— debido a la falta de plantas de tratamiento y al ineficiente manejo de la basura. Hasta los desechos del departamento colombiano Norte de Santander, de unos 1,6 millones de habitantes, van a dar al lago.
La fetidez afecta a los residentes de la ciudad de Maracaibo, la segunda más poblada del país, y la proliferación de bacterias genera unas toxinas que pueden ocasionar la muerte masiva de peces por la reducción del oxígeno en el agua y afectar a la salud humana, según las conclusiones del equipo de investigadores de la facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia, que por años han estudiado la contaminación en el lago.
Los peces ya no se acercan a la orillas porque la microalga “los ahoga”, dijo a The Associated Press José Aular, un pescador de 61 años. A quien se mete en esas aguas cubiertas de verdín, “le sale un llaguero (úlceras) en el cuerpo”, comentó Aular. “Lo digo por experiencia”, recalcó refiriéndose a una afección cutánea que le obligó a dejar de trabajar por un largo tiempo.
FUENTE AP
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