Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) sacó a la diversidad sexual de su lista de trastornos desde 1990, algunos sectores insisten en “curarla”.
Costa Rica no es la excepción en el tema, que resalta por los avances que ha tenido el país en temas de Derechos Humanos, al punto de reconocer el matrimonio igualitario desde 2020.
De forma de “psicología”, “orientación” o “religión” se siguen ofreciendo “tratamientos” para que las personas sean heterosexuales.
Varios países ya han legislado para prohibir estas prácticas, pero Costa Rica sigue teniendo los portillos abiertos, lo cual llama la atención a nivel internacional.
“Me preocupa saber que la terapia de conversión no es ilegal en el país, exponiendo a las personas LGBTQIA+ a una violencia institucionalizada que queda impune.
“Y subrayo que este es un asunto de urgencia que debe abordarse”, señaló la semana atrás Tlaleng Mofokeng, Relatora de la ONU para temas de salud física y mental que estuvo realizando una supervisión en el país.
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El tema también fue abordado en el Informe Anual de Derechos Humanos del Departamento de Estados de Estados Unidos.
Según el texto, aún en 2022 hubo informes “de la práctica de la llamada terapia de conversión y la práctica de realizar cirugías innecesarias en personas intersexuales”.
¿Se prohibirán las “terapias”?
Varios países de Europa y Latinoamérica -contando Paraguay, México, Chile y Ecuador-, así como varios países de Estados Unidos, han avanzado en la regulación legal de los “tratamientos”.
En el caso de Costa Rica, el proyecto de ley 20.970 intenta introducir la prohibición mediante un ajuste a la Ley General de Salud.
Estas se concentrarían en prevenir la aplicación de prácticas tendientes a tratar la diversidad sexual como un problema.
Por ejemplo, prohíben la publicidad de las “terapias de conversión” por considerarla engañosa y ambigua. De paso, es directa al describir todos los procesos que quedarían vetados:
Aunque la iniciativa se presentó desde el 2018 a manos del exdiputado José María Villalta, la Asamblea anterior no la avanzó; al punto de que el texto estuvo a punto de fenecer y pasar al archivo por cumplirse 4 años sin avances.
Justo hace un año, en junio del 2022, los diputados actuales le dieron un segundo aire. que lo sostuvo contra las cuerdas en la Comisión de Derechos Humanos.
Los diputados de Nueva República presentaron decenas de mociones contra el texto. En su defensa, recurrieron incluso a pasajes bíblicos.
Por otro lado, el ala más progresista pide avanzar para llegar a tener una regulación que combata los riesgos de las “terapias”.
“Es urgente el proyecto que pretende sancionar y prohibir las mal llamadas “terapias de conversión sexual”. La llamada que nos hacen desde la ONU hay que tomarla con atención”, comentó el diputado frenteamplista Antonio Ortega, quien ha asumido el impulso del proyecto.
“Creo que el país tiene una deuda con este tema. También tenemos una deuda con el resto de países que ven a Costa Rica como un referente en materia de Derechos Humanos”, sumó
La propuesta final aún está por definirse en Plenario.
Fuente: El Observador CR