Un paciente tratado en los Hospitales Universitarios de Ginebra (Suiza) y el Instituto Pasteur de París se convierte en la sexta persona del mundo en mostrar signos de remisión del VIH después de someterse a un trasplante de médula ósea.
Este nuevo caso es el primero con posibilidades de curación en el que el donante de médula no era portador de la inusual mutación genética CCR5 delta 32, conocida por favorecer la resistencia natural de las células al VIH y que sí estaba presente en los donantes de los cinco casos anteriores.
El hombre, natural de Ginebra, convivía con la afección desde principios de la década de los noventa y recibía tratamiento antirretroviral.
En 2018, tras someterse a un trasplante de células madre para combatir la leucemia, las pruebas mostraron un mes después que las células sanguíneas del paciente habían sido completamente reemplazadas por las del donante.