El nado sincronizado no fue la primera pasión en la vida de Isis Sánchez, según confiesa ella. También comenzó a practicarlo “tarde”, a los 13 años, para complacer a su padre, quien le pidió probar la disciplina.
Antes de eso, pasó 10 años en natación y gimnasia, pero ese cambio, que inicialmente sería por un mes, se convirtió en su nueva pasión y le abrió la puerta a la selección de nado sincronizado de Venezuela cuando apenas contaba con un año de experiencia.
“Yo solo tenía pensado hacerlo por un mes para que mi papá viera que no me negaba a la oportunidad. Sin embargo, cuando comencé a hacerlo me pareció fascinante. Es un deporte que no solo es nadar, mezclas demasiadas cosas: la danza, el baile, la natación, la destreza, la gimnasia, todo eso en un mismo deporte. Me atrapó totalmente y me terminé quedando”, cuenta a la Voz de América.
Desde que entró a la selección venezolana, perfeccionó mucho más su técnica, tanto que años más tarde logró convertirse en instructora.
Ahora entrena a atletas con Síndrome de Down en Estados Unidos, y fue una pieza importante en la creación de una categoría para estas personas en competencias de alto nivel.
Entrenar a atletas con Síndrome de Down: una experiencia inspiradora
Todo comenzó en 2015 cuando emigró de Venezuela a causa de la crisis política, social y de un detonante: el asesinato del mejor amigo de ella y de su esposo.
Luego de emigrar, estuvo alejada por unos años del nado sincronizado. Sin embargo, cuando su hija tenía nueve meses decidió inscribir a la pequeña en clases y volvió a conectar con su pasión. Se quedó trabajando en el centro y se especializó como instructora de natación para niños. Tiempo después, una compañera de trabajo la recomendó con la Asociación de Síndrome de Down de Natación de Miami, que quería explorar la posibilidad de crear un equipo de nado sincronizado.
La venezolana comenzó a trabajar con la asociación y formaron un equipo de niñas atletas a quienes enseñaba solo de forma recreativa, no para competir.
Tiempo después la contactó Gracie Noriega, dueña y manager del equipo Miramar Mermaids, quien le dijo que querían abrir la categoría de atletas con discapacidad. “Al final terminamos uniéndonos a ese club”, dijo Sánchez.
Gracias a los contactos de Noruega con la Federación de Nado Artístico de EEUU se creó la categoría “Athlete with Disability”, para personas con discapacidad. En 2021 su equipo comenzó a participar en diferentes competencias en Florida y otros estados, e incluso en el exterior.
“Donde llegábamos, era una cosa maravillosa, la gente lloraba, se ponía tan feliz de ver a estas chicas haciendo este deporte tan complicado, porque es un deporte complejo, pero ellas lo disfrutan y de verdad que tienen una vibra tan increíble que era y sigue siendo maravilloso”, dijo Sánchez.
El equipo inspiró la creación de muchos equipos de nado sincronizado de este tipo, comenta la instructora. “Es algo que nos llena mucho de alegría y de satisfacción haber podido inspirar al país y a todas las personas y equipos de nado sincronizado para que se animen a incluir a este tipo de personas”, afirma.
Actualmente, Isis Sánchez ontinúa entrenando al grupo de nado sincronizado para competencias en diversos estados del país. Su trabajo la llena de orgullo y afirma que es una inspiración. Es por ello, que la venezolanac aspira a seguir entrenando a más personas con Síndrome de Down, pero no solo para impartir sus conocimientos en nado sincronizado sino para inculcarles que son capaces de lograr todo lo que se propongan y que su condición no es una limitante.
“Quiero seguir inspirando a personas para que crean en sí mismas independientemente de cualquier discapacidad que puedan tener”, concluyó.