Investigadores del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca) han desarrollado una prueba que permite detectar el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C a partir de una sola gota de sangre, que han presentado en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID) que se celebra en Copenhague.
Cientos de miles de personas mueren cada año
Más de un millón de personas al año mueren a causa de la hepatitis B o la hepatitis C. 650.000 personas fallecen anualmente por causas relacionadas con el VIH y 1,5 millones adquieren el virus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho de la eliminación de los tres virus para 2030 una de sus estrategias sanitarias mundiales, pero se necesitan nuevas pruebas si se quiere reducir el número de casos.
La prueba más común para detectar la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH consiste en extraer una muestra de sangre de una vena con una aguja. Aunque este método funciona muy bien, existe un reservorio potencialmente grande de las tres enfermedades en lugares donde este método no es adecuado.
Puede tratarse de prisiones, centros de rehabilitación de drogodependientes y albergues para personas sin hogar, donde la toma de muestras de sangre venosa no siempre es adecuada, o países en los que el envío y almacenamiento refrigerado de las muestras de sangre puede resultar complicado.
Análisis de manchas de sangre seca
Otras alternativas son los análisis de manchas de sangre seca, en los que se analiza una sola mancha de sangre para detectar ácido nucleico de los tres virus.
Stephen Nilsson-Moller y sus colegas del Departamento de Microbiología Clínica del Hospital Universitario de Copenhague han validado evaluado una de estas pruebas. Para realizarla se pincha el dedo de la persona y se recogen algunas manchas de sangre en papel de filtro y se dejan secar.
A continuación, el equipo de análisis Hologic Panther System utiliza una técnica denominada amplificación mediada por transcripción para analizar una de las manchas de sangre en busca de material genético de los tres virus. El análisis está diseñado para realizarse, y normalmente se realiza, en muestras líquidas de plasma o suero, no en las muestras secas utilizadas aquí.
Se analizaron 20 muestras con cantidades conocidas de VIH, hepatitis B y hepatitis C mediante el método de la mancha de sangre seca (60 en total) y se detectaron los virus en todas las muestras.
También se diluyó el plasma para determinar el límite inferior de detección. Esto demostró que era posible detectar los virus a niveles muy inferiores a los que se encuentran normalmente en pacientes no tratados.
Nilsson-Moller destaca que han demostrado que, con los equipos hospitalarios existentes, es posible detectar el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C a partir de una sola gota de sangre.
«La prueba de la mancha de sangre seca es ideal para lugares donde no se quiere utilizar una aguja por razones de seguridad o donde es menos práctico. Por ejemplo, en prisiones, centros de rehabilitación de drogodependientes y albergues para personas sin hogar –explica–. También es adecuado para países en desarrollo o lugares donde se corre el riesgo de que la muestra de sangre se estropee antes de ser trasladada a un laboratorio que pueda analizarla».
«Las muestras de sangre deben analizarse en seis horas si se conservan a temperatura ambiente, mientras que las manchas de sangre seca pueden durar nueve meses sin refrigeración», apunta.