El torneo de Wimbledon permitirá este año la participación de tenistas rusos y bielorrusos, siempre y cuando jueguen con bandera neutral.
El tercer Grand Slam de la temporada, el único que se juega sobre hierba, vetó el año pasado la entrada de estos jugadores por la invasión de Ucrania, lo que derivó en que la ATP y la WTA no repartieran puntos durante el campeonato y en sanciones económicas al All England Club y a la federación británica de tenis, que organizan el torneo.
Wimbledon ha explicado que las muestras de apoyo a la invasión rusa de Ucrania están prohibidas y que se vetará la entrada de aquellos jugadores que reciban fondos procedentes del estado ruso o bielorruso, incluyendo de compañías controladas por estos gobiernos.
Para llegar hasta esta decisión, el All England Club ha tomado en consideración la visión individual de los deportistas, en conjunción con el Gobierno británico, la ATP, la WTA, la ITF (federación internacional de tenis) y la LTA (federación inglesa).
Asimismo, Wimbledon ha criticado la «decepcionante reacción» por parte de algunos de los órganos de gobierno tras el veto del año pasado, refiriéndose a las sanciones, que alcanzaron los dos millones de euros, por parte de la ATP y la WTA, y aseguró que de haberse repetido este año habrían puesto en peligro el interés de los jugadores, los aficionados, Wimbledon y el tenis británico.
La ATP y la WTA amenazaron en las últimas semanas a Wimbledon con retirar la licencia de los torneos previos al Grand Slam que se celebran en suelo británico si la prohibición a los rusos se mantenía.