La líder opositora venezolana, María Corina Machado, rompió el silencio tras la denominada Operación Guacamaya, que facilitó la salida de cinco opositores que permanecían asilados en la embajada de Argentina en Caracas. En entrevista con la periodista Gladys Rodríguez, Machado calificó el hecho como una “victoria enorme” que, según ella, reveló fracturas internas dentro del chavismo.
“Venezuela está secuestrada, como lo estaban nuestros compañeros. Y lo logramos liberar, como vamos a liberar a Venezuela”.
Machado afirmó que la operación evidenció la vulnerabilidad del régimen, incapaz de anticipar ni detener el plan. También criticó a figuras políticas que, habiendo sido parte de las fuerzas democráticas, “salieron a avalar la tesis oficial sin esperar una versión verificada”, dejando ver lo que llamó alianzas encubiertas con el gobierno.
La dirigente comparó el secuestro de los opositores con la situación del país y aseguró que este golpe afectó al “último anillo de poder del régimen: su aparato represivo”.
Machado cuestionó las versiones oficiales y preguntó directamente:
“¿A quién cree el pueblo venezolano? ¿A Diosdado Cabello o al secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, al presidente Milei y a la Cancillería brasileña?”
También denunció la represión inmediata contra miembros de su entorno, como Magalli Meda y Jorge Olavarría, cuyas viviendas fueron allanadas violentamente por cuerpos de seguridad tras el operativo.
Finalmente, alertó sobre posibles represalias del gobierno:
“Estas son horas muy peligrosas. En su desesperación, tratan de buscar culpables”.