Al menos 3.600 personas perdieron la vida a raíz del terremoto de magnitud 7,7 que azotó a Birmania (Myanmar) el 28 de marzo, indicó este martes la junta militar, cuyo balance habla de 5.017 heridos de variada gravedad.
En su última actualización de cifras, el régimen castrense que tomó el poder mediante un golpe de Estado en febrero de 2021 reiteró que hay 160 personas reportadas como desaparecidas.
Los equipos de bomberos, apoyados por rescatistas procedentes de 13 países, han logrado rescatar a 653 supervivientes, recoge este martes el diario The Global New Light of Myanmar, controlado por los militares desde la sublevación.
Entretanto, la asistencia humanitaria sigue desplegándose por el país, principalmente en las seis regiones declaradas en emergencia por la devastación, aunque esta tarea se ha «ralentizado» debido a causas como la destrucción de carreteras y puentes, según un informe de Oxfam publicado este martes.
Miles de víctimas duermen en la calle por el derrumbe de sus hogares o por miedo a regresar a estos, ante las réplicas que continúan agitando la zona.