El sábado, el consulado de Venezuela en Lisboa, Portugal. fue escenario de un ataque que ha generado preocupación en la comunidad internacional. Según fuentes preliminares, un grupo no identificado habría causado daños significativos a las instalaciones diplomáticas, dejando tras de sí una estela de destrozos que incluyeron ventanas rotas y grafitis con mensajes de protesta política.
El hecho ocurre en un contexto de alta tensión política para Venezuela, con crecientes críticas internacionales hacia el gobierno de Nicolás Maduro y la persistencia de conflictos internos. Aunque no se han reportado víctimas entre el personal diplomático, las autoridades locales han iniciado una investigación para identificar a los responsables y determinar los motivos detrás del ataque.
La Cancillería venezolana emitió un comunicado condenando lo sucedido y calificándolo como un “acto de vandalismo dirigido a socavar la soberanía nacional”.
Gil agradeció la rápida intervención de las autoridades portuguesas y aseguró que no se produjeron daños mayores.
«Esperamos que las investigaciones iniciadas permitirán dar con los responsables y determinar las responsabilidades correspondientes», afirmó.