América Latina hizo progresos significativos en la lucha contra el hambre en 2023, con Sudamérica reduciendo la inseguridad alimentaria del 10,4 % al 7,2 %. Sin embargo, unas 733 millones de personas pasaron hambre en 2023, lo que equivale a una de cada 11 personas en el mundo y una de cada cinco en África.
INTERNACIONALES — Las naciones de América Latina consiguieron “progresos notables” en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria en el 2023 y se disponen a reducir la prevalencia de desnutrición a menos del 5 % de su población al final de la década, dijo el miércoles un informe de una agencia de la ONU.
Si bien la región presenta históricamente disparidades por países y áreas, un informe global de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) puso de relieve la mejoría “alentadora” registrada en Sudamérica, donde los índices de inseguridad alimentaria descendieron del 10,4 % en 2022 al 7,2 % el año pasado.
El porcentaje implica que 14 millones de personas en Sudamérica salieron de la clasificación de inseguridad alimentaria en 2023, ante condiciones favorables de financiamiento agrícola, producción de granos y capacidad industrial y pese a los eventos climáticos extremos generados por el calentamiento global.
“América Latina y El Caribe es la única región que obtuvo progresos en el 2023 respecto al 2022 para alcanzar los Objetivos Globales de Desarrollo Sostenible”,
La evaluación sobre hambre en el mundo reveló que la recuperación en América Latina tras las etapas de deterioro por el COVID continuó por segundo consecutivo en 2023 al anotar una caída en la prevalencia general de desnutrición desde el 6,9 % de la población en 2021 al 6,2 %, un declive que favoreció a 4,3 millones de personas, según el reporte.
La agencia sostuvo que si bien los progresos son optimistas para la región, el índice PoU que mide índices de desnutrición en las poblaciones aún está bastante por encima de los niveles prepandémicos.
La prevalencia de inseguridad alimentaria moderada a severa bajó en América Latina desde el 29,6 % en 2022 al 25,1 % en el 2023, lo que equivale a 18,7 millones de personas menos que enfrentan este escenario, aunque las naciones del Caribe y Centroamérica vieron pocos avances o se mantuvieron sin cambios.
“Al considerar estos resultados, también es importante tener en cuenta el deterioro de la situación de inseguridad alimentaria en países afectados por crisis humanitarias”, señaló el documento.
Preocupa El Caribe
Las cifras más alarmantes en El Caribe proceden de Haití, donde las luchas armadas causadas por pandillas y los desplazamientos forzados han empeorado la crisis de hambre, generando que 5 millones de personas o casi la mitad de la población enfrente inseguridad alimentaria aguda.
De ese grupo, unos 1,8 millones de haitianos sufrieron emergencia alimentaria -el grado previo a los niveles de catástrofe vistos en territorios como la Franja de Gaza- entre marzo y junio del año pasado, según las estimaciones provistas por la FAO.
Lejos del ODS “Hambre cero”
Alrededor de 733 millones de personas pasaron hambre en 2023, lo que equivale a una de cada 11 personas en el mundo y una de cada cinco en África, según el último Informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) publicado hoy por cinco organismos especializados de las Naciones Unidas.
El informe anual, presentado este año en el contexto de la reunión ministerial en el Brasil del Grupo de acción del Grupo de los Veinte (G-20) para la Alianza mundial contra el hambre y la pobreza, advierte de que el mundo está muy lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2, Hambre cero, para 2030. El informe demuestra que el mundo ha retrocedido 15 años, con niveles de subalimentación comparables a los de 2008-09.
A pesar de algunos avances en ámbitos específicos como el retraso en el crecimiento y la lactancia materna exclusiva, un número alarmante de personas sigue enfrentándose a la inseguridad alimentaria y la malnutrición, ya que los niveles mundiales de hambre se han estancado durante tres años consecutivos, con entre 713 y 757 millones de personas subalimentadas en 2023, cerca de 152 millones más que en 2019 si se considera el rango medio (733 millones).
Las tendencias regionales varían notablemente: el porcentaje de la población que padece hambre sigue aumentando en África (20,4 %), permanece estable en Asia (8,1 %) —aunque sigue representando un reto importante, ya que la región alberga a más de la mitad de las personas que padecen hambre en el mundo— y muestra progresos en América Latina (6,2 %). De 2022 a 2023, el hambre aumentó en Asia occidental, el Caribe y la mayoría de las subregiones africanas.
De mantenerse las tendencias actuales, unos 582 millones de personas estarán crónicamente subalimentadas en 2030, la mitad de ellas en África, advierten la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Esta proyección se asemeja mucho a los niveles observados en 2015, cuando se adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo que indica un preocupante estancamiento en el progreso.
Sugey Díaz con información de VOA / FAO