La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) anunció este miércoles la puesta en marcha de un fondo con el que espera recaudar 100 millones de dólares (94 millones de euros) antes de finales de 2025 para apoyar a los refugiados y otros desplazados más afectados por la crisis climática.
Este fondo pretende financiar de forma exclusiva los esfuerzos para proteger a los refugiados y desplazados que más sufren el impacto del cambio climático, así como a los países de origen y acogida, equipándolos para prepararse, resistir y recuperarse de los choques relacionados con el clima.
Para ello, dará prioridad a los proyectos que tengan mayor efecto a nivel local, que impliquen a las comunidades afectadas en su diseño y ejecución y que se alineen con las estrategias climáticas y los planes de desarrollo nacionales.
“Estos proyectos aportarán mejoras tangibles en las condiciones de vida, la seguridad y el bienestar de los refugiados y sus anfitriones”, indicó el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, en un comunicado de la organización.
El fondo tiene entre otros objetivos aumentar la disponibilidad de recursos sostenibles en los entornos de desplazamiento, construir refugios resistentes al clima para los refugiados y desplazados o reducir el impacto de la respuesta humanitaria en el entorno natural.
También tiene como objetivo impulsar el alcance de la acción climática de ACNUR en países en los que ya está respondiendo a importantes situaciones de desplazamiento forzado relacionadas con conflictos como Bangladés, Chad, Etiopía, Kenia o Mozambique.
Según cifras de ACNUR, alrededor del 60 % de los desplazados forzosos y apátridas del mundo viven en países frágiles o afectados por conflictos que se encuentran a su vez entre los más vulnerables al cambio climático.
“Muchos de los países que han sido más generosos en la acogida de refugiados son también los más afectados por la crisis climática”, aseguró Grandi, quien destacó que la financiación disponible actualmente para hacer frente a los impactos del cambio climático no llega ni a los desplazados ni a las comunidades que los acogen.
En 2022, más del 70 % de los refugiados y solicitantes de asilo huyeron de países altamente vulnerables al clima según ACNUR.