El empresario colombiano Alex Saab, estrecho colaborador de Nicolás Maduro, llegó al aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, a las 19.55 GMT, después de que el Gobierno de Estados Unidos lo liberara tras estar 1.286 días preso en Miami, acusado del delito de conspiración para lavado de dinero.
Saab llegó a Venezuela después de que el Gobierno de Joe Biden anunciara su excarcelación, un anuncio inmediatamente confirmado por el Ejecutivo de Nicolás Maduro, que celebró “con júbilo la liberación y su retorno a la patria”, a donde llegó acompañado del presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).
En el aeropuerto lo esperaban su esposa, Camila Fabri, y Cilia Flores, así como los cinco hijos del excarcelado, a quien el Régimen reconoce como diplomático venezolano, pese a que el cargo fue descartado por la Justicia estadounidense cuando pidió su extradición desde Cabo Verde, donde fue detenido el 12 de junio de 2020.
Según la acusación, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y su mano derecha, Álvaro Pulido -detenido en abril de este año en el país caribeño por supuesta corrupción-, se confabularon con otros individuos para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela hasta cuentas bancarias en EE.UU., razón por la que Washington tenía jurisdicción en el caso.
Esta liberación se produce cuando Venezuela también ha excarcelado a cerca de una treintena de personas, consideradas presos políticos, entre ellas, 10 estadounidenses, cuyo canje por Saab fue negociado entre los Gobiernos de ambos países.
Como parte del acuerdo, además, Venezuela accede a extraditar a Estados Unidos al contratista militar estadounidense Leonard Francis, conocido como ‘Fat Leonard’, presunto responsable de uno de los mayores escándalos de corrupción en el Ejército de EE.UU.
Para realizar este intercambio, explicaron, Biden ha tenido que tomar la “dificilísima decisión de ofrecer algo que las contrapartes venezolanas han buscado activamente”, la liberación de Saab.